Modo lavadora ¿Qué es?

Modo lavadora ¿Qué es?

¿Te ha pasado que haces algo o tienes una reacción por la que te culpas constantemente? Lo piensas una y otra vez y te preguntas ¿Y si hubiera hecho tal cosa? Sientes un pequeño odio interno por no haber actuado distinto. Quizá es una mezcla entre culpa, tristeza y decepción de tí mismo. Hablo de la rumiación de pensamientos ¿Te pasa?

La rumiación puede entenderse, o interpretarse personalmente como intentos de resolución de problemas, pero en vez de solucionarlos, los empeora. Esto es porque te quedas solo en el pensar, y no pasas al actuar. Es decir, te quedas “pegado” en ese pensamiento, sin lograr hacer nada realmente efectivo para aliviar y “reparar” el daño causado.

Existen distintos tipos de rumiación,aquellas que se sienten por culpa y otras  por vergüenza. La rumiación por culpa te puede llevar al acto del perdón, ya que pasas a actuar y te haces responsable del asunto. Decides cambiar o acercarte a esa persona que lastimaste. En cambio la rumiación por vergüenza viene del “qué dirán”, “qué habrán comentado de mí”, una consecuencia que no podemos cambiar y que no te lleva a la acción, sin embargo, si se le da espacio en los pensamientos se puede llegar a solucionar en un mundo hipotético…

La rumiación se activa con un malestar, como lo es la evaluación de una situación en la que sientes que actuaste mal.  Es decir, nace de un recuerdo o emoción negativa. Como decían Matthews y Wells (2004) “La rumiación es un afrontamiento enfocado en la emoción, pero enmascarado como un afrontamiento enfocado en el problema”. 

¿No es lo mismo rumiación que preocupación?
Por un lado, la rumiación suele centrarse en el pasado, intenta entender y explicar lo sucedido, por otro lado, la preocupación se enfoca en lo que podría suceder, es decir, se centra en el futuro.
Por lo general, es un tanto complejo anticipar la rumiación, ya que usualmente somos capaces de detectar que rumiamos cuando ya estamos bastante involucrados en el proceso.

¿Entonces no hay nada que pueda hacer al respecto?
Si, lo hay, pero como toda solución, depende de un proceso y dedicación. Esta tiene que ver con prestar atención al aquí y al ahora, estar presentes. Sé que suena un poco cliché tipo “carpediem”, repetitivo y complejo, pero hay bastante evidencia científica al respecto que muestra buenos resultados. 

¿Cómo lo hago entonces? 
Si tienes tiempo y quieres llevar la práctica a un nivel más avanzado, puedes practicar el mindfulness. De hecho, tenemos un artículo anterior sobre el tema: “¿Qué es el mindfulness?” que te podría interesar. Pero, si prefieres partir con un cambio más paulatino  e ir de a poco introduciéndote en el tema, te enseñaré a involucrarte en el presente con una serie de acciones y preguntas que puedes realizar en menos de 5 minutos.

1- Inhala y exhala, 2 veces.
2- ¿Qué ves ahora mismo?, ¿Qué colores hay? Nombralos.
3- ¿Hay algún olor en especial? ¿Lo puedes identificar?
4- ¿Escuchas algo?   Conecta con tus sentidos.
5- Si el pensamiento luego de un rato, vuelve. Pregúntate, ¿Tiene alguna posible solución?, ¿Puedo hacer algo al respecto?, ¿En base a qué emoción tengo este pensamiento?

¿Es entonces conectar con el presente lo mismo que evitar? No, no es lo mismo, evitar sería decirte que fueras a correr, a cocinar, a fumarte un cigarro, o llamar a un(a) amig@. Ya que a futuro asociarías el pensamiento con tal conducta, en vez de centrarte en la solución.

Pensar, y me refiero a pensar lo mismo una y otra vez, puede llegar a ser bastante agotador. El modo “lavadora”, es más común de lo que pensamos, nos pasa a todos y no estás sol@, hablemos desde el interior, y sincerémonos.
Para cerrar, hace poco leí una frase que me hacía mucho sentido y creo que lo dice todo: “Estoy en la etapa de la vida, que tod@s se conocen con tod@s, pero nadie se conoce de verdad”. 
¿Qué opinas?

Javiera Fernandez Silva
Psicóloga Infanto juvenil